Tres tristes tigres

La radio matutina lo repite varias veces: hoy se cumplen cuatro años desde que se realizase esta foto. En mala hora, dirán algunos. Quizá los más. La guerra de Irak ha sido y sigue siendo uno de los conflictos más impopulares de la Historia, que se sepa. ¿Qué razón última llevó a constituir esta santa alianza? Podemos especular todo lo que queramos. Y reiterar que fue una guerra ilegal (¿alguna lo es?) porque no contó con el mandato de Naciones Unidas.

La mente humana es sumamente olvidadiza. Ya pocos recuerdan lo ocurrido en la ex-Yugoeslavia en 1999. A finales de marzo de ese año, la OTAN, sin encomendarse ni a Dios ni al diablo, comenzó a lanzar toda suerte de bombas y misiles desde embarcaciones situadas en su litoral y aviones B-52 y B2. El canalla criminal al que se combatía en esas fechas se llamaba Slobodan Milosevic, un sátrapa en toda regla, como en Irak lo era el luego ajusticiado Sadam Hussein. Tras casi tres meses de intensos bombardeos y miles de muertos, muchos de ellos civiles, la ex-Yugoeslavia quedó estrangulada. La ONU, entonces, no dijo ni mú.